Segundo paso del éxito: DISFRUTE

Segundo paso: Disfrute


Reflexiona: ¿Se trata de algo que te gusta hacer?
Una vez que ya estás seguro de que tu intención tiene un atractivo universal, pregúntate si la tarea es algo que te gusta hacer.

 

Vemos a personas que se fuerzan a sí mismas a ir a trabajar cada mañana porque se han convencido de que deben hacer cierto trabajo, pero no ponen el corazón en él.

 

El modo de llegar a ser un éxito es hacer lo que te gusta, disfrutar de lo que haces y, por lo tanto, hacerlo de
manera natural al máximo de tu capacidad, y experimentar la alegría que viene de dar lo mejor de ti.

 

Este es el ejemplo de un paciente que vino a la clínica porque lo
tenía todo en la vida, pero se sentía desdichado. El paciente se quejó:


—He perdido el interés por la vida. Detesto ir a trabajar por la mañana. Tengo todo lo que podría desear: Cadillacs, casas elegantes, títulos impresionantes, millones de euros, una gran familia, pero estoy deprimido. No le veo sentido a nada. No siento la simpatía de mis amigos. Todos me envidian.


—¿Qué te gusta hacer? ¿Tienes alguna afición de al que disfrutes? Él dijo:
—Doctor, esto le sonará como una locura, pero me encanta fabricar casas de muñecas. Tengo un taller en casa y me encanta hacer casas de muñecas para mis hijas, sobrinas y sobrinos.


—¿Vendes alguna vez esas casas de muñecas?
—Oh, nunca había pensado en eso —replicó—. Pongo tanto tiempo y esfuerzo en ellas, que nunca podría ganar dinero vendiéndolas.

 

Entonces, le hice una simple sugerencia:

—Bien, por diversión, ¿por qué no tomas aquella en la que estás trabajando ahora, calculas un precio que te deje algo de beneficio, le cuelgas una etiqueta y la pones en consigna en cualquier tienda que la acepte?; pero no en una tienda de juguetes, donde se perderá y no será vista entre la abundancia de otras mercancías.
Y eso es lo que hizo.

 

Sorprendentemente, conocía a un ferretero que accedió a poner la casa de muñecas en el escaparate de su comercio, y de hecho la usó para vender escalones —había una pequeña escalera en la casa de muñecas—. La casa de muñecas se vendió enseguida. Dejó la siguiente casa de muñecas "solo como muestra" y tomó encargos. Muy pronto, el paciente que se había sentido tan desdichado ahora se sentía feliz de haber entrado en el negocio de las casas de muñecas, vendiéndolas en cuanto las terminaba, e incluso contrató a alguien para ayudarle.


Eran casas de muñecas hechas a mano y absolutamente adorables que llevaban alegría a los corazones de los niños. Este era el ABC desde el que partió cuando dijo: "Quiero llevar alegría al corazón de los niños".

 

Este es un principio universal del que apenas nadie puede disentir. Una de las pruebas para saber si un
principio es universal es ver si atrae al corazón. Si tu producto o servicio solo atrae a la cabeza, tendrá un éxito limitado.

 

Es posible que dé muchos beneficios, pero los grandes éxitos en el mundo son aquellas cosas que te encanta hacer y en las que crees, y que cambian la vida de la gente.

 

 

Extraído del libro: "La Explicación del Mapa de la Consciencia" del Dr. David R. Hawkins.

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