Primer paso del éxito: INTENCIÓN

Examina tu ABC antes de hacer nada en absoluto con respecto al A>B>C.


¿Tiene el principio fundacional original desde el que estás operando un atractivo universal? ¿Podría todo el mundo suscribirlo de todo corazón si lo conociera?
Si no, el éxito está limitado automáticamente de partida.


A nivel internacional, podemos mirar el ejemplo de la Alemania nazi, que durante cierto tiempo parecía tener todos los rasgos de un ganador. Había acumulado la fuerza militar más impresionante jamás reunida en el planeta. Sin embargo, se fue al garete.

 

¿Cuál era su grito de guerra? Deutschland über Ales. "Alemania por encima de todos" no tiene exactamente un atractivo universal, ¿o sí? No pudo atrapar el corazón de los belgas, de los franceses, de los ingleses ni de nadie más. Es una proposición en la que unos ganan y otros pierden: ¡Nosotros ganamos y ellos pierden!


Si el motivo de partida es ganar un premio, vender más coches que el otro concesionario de la ciudad o hacerse rico y famoso, esta tarea ni siquiera irá más
allá de la línea de salida hacia el verdadero éxito. El hecho de que debas ser el mejor en algo o hacerte rico y famoso puede atraerte a ti, pero ¿interesa a otras personas? No. Si tienes un servicio y una actitud que ayuda a otros a alcanzar sus objetivos, entonces tienes una empresa con un atractivo universal.


La ambición por sí sola no produce el éxito. Pero si el propósito es hacer de este mundo un lugar mejor en el que todos puedan vivir, o incrementar la seguridad, la alegría y la belleza de la vida, todo el mundo puede suscribir eso. Venir desde un principio universal es venir desde el poder. Venir desde el interés propio es venir desde la fuerza y lleva a producir una contra fuerza.


En un sentido, el Mapa de la Conciencia puede verse como una escala del ego, siendo el nivel 200 el fulcro en el que el egoísmo comienza a girar hacia el altruismo, y el nivel 500 es el fulcro donde el altruismo se convierte en nuestra dedicación interna. Una marca del verdadero éxito es un motivo (un ABC) que calibre por encima de 200, y cuanto más alto calibre, más poderoso será debido a la atracción más amplia que espera más allá del egoísmo personal.


Vemos la diferencia entre estos niveles en el ámbito de la competición olímpica. Las consecuencias desastrosas, tanto en la vida privada como en la pública, de las motivaciones que emanan de los niveles situados por debajo de 200, quedan claramente ilustradas por los escándalos. El celo excesivo por conseguir una medalla olímpica y derrotar al oponente por cualquier medio posible ha llevado a abandonar el poder del principio ético ya descender a los niveles más burdos de la fuerza.


No hay nada intrínsecamente malo en algunas manifestaciones de orgullo.


Todos podemos sentirnos orgullosos cuando nuestros atletas olímpicos ganan medallas, pero ese orgullo es diferente del egoísmo, porque viene del corazón. Se trata de honrar el logro humano, yes algo que trasciende el orgullo personal. Los Juegos Olímpicos, uno de los mayores escenarios del esfuerzo humano, inspiran al competidor a pasar del orgullo personal a una estima que expresa amor incondicional y honra también al oponente por su dedicación a los mismos elevados principios.


El verdadero éxito, como la verdadera capacidad atlética, está caracterizado por la gracia, la sensibilidad, la quietud interna y, paradójicamente, la amabilidad que se demuestra en las vidas no competitivas de algunos fieros competidores. El ABC que produce logro y realización es la dedicación a algo más elevado que uno mismo (es decir, los compañeros de equipo, Dios, el país o algo del estilo), una energía de autotrascendencia que calibra alto en el Mapa de la Conciencia. Celebramos a estos campeones porque reconocemos que han superado la ambición personal a través del sacrificio y la dedicación a un principio superior.

 

Los grandes se vuelven legendarios cuando enseñan con el ejemplo. Lo que nos inspira a todos no es lo que tienen ni lo que hacen, sino aquello en lo que se han convertido. Su ABC tiene un atractivo universal, pues evoca reverencia en todos nosotros por la dedicación desinteresada.

 

 

El ABC del éxito extraído del libro "La Explicación del Mapa de la Consciencia" del Dr. David R. Hawkins.

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