Extracto del libro "La Explicación del Mapa de la Consciencia" del Dr. David R. Hawkins
La medida en que no nos permitimos experimentar la realidad de nuestro verdadero Ser viene dada por nuestro resentimiento hacia quienes se lo permiten.
Estamos resentidos por su vivacidad en aquellas áreas en las que nos sentimos ni- capacitados. Cuando venimos de un campo de energía situado por debajo de 200 en el Mapa de la Conciencia, nos disgusta lo que calibra más alto, y por eso lo criticamos y devaluamos. El pequeño yo busca fama y fortuna socavando a otros.
Aquí hay una historia que describe esta tendencia negativa:
Un hombre va caminando por la playa y se encuentra con un pescador con un cubo lleno de cangrejos. El hombre dice al pescador:
—Más vale que le pongas una tapadera al cubo porque si no los cangrejos se van a salir.
— Bueno, no dice el pescador—, no hace falta. ¿Ves? Cuando un cangrejo asciende por el cubo para salir, los demás lo agarran y lo llevan de vuelta abajo. No hace falta taparlo.
A medida que llegamos a ser más libres y felices, vemos que la naturaleza del mundo es como ese cubo de cangrejos, y entonces tratamos de superar el entrenamiento negativo, abrazando una actitud interna y un estilo de vida que reconozca la grandeza en nosotros mismos y en otros. El verdadero éxito no viene de atacar a un supuesto enemigo, sino de fomentar el éxito en nosotros y en todos los que nos rodean.
Las trágicas carreras profesionales que muchos individuos geniales han tenido después de ser descubiertos y celebrados por el público ilustran que se puede tener éxito, y también se puede tener Éxito. A menudo, el primero pone en peligro la vida, mientras que el segundo la potencia. El Verdadero Éxito vivifica y sustenta el espíritu; no guarda relación con logros aislados, sino con tener éxito como persona total, con alcanzar un estilo de vida exitoso que te beneficie no solo a ti, sino a todos los que te rodean. El pequeño yo se alinea con patrones atractores débiles, es decir, la mentalidad del cangrejo; el Ser está alineado con los campos de energía de alto poder—es decir, el amor—.
En lugar de envidiar o detestar el éxito, los verdaderamente exitosos lo imitan, lo copian, se identifican con él y desarrollan sus patrones. Asumir responsabilidad por nuestras propias acciones y sus consecuencias es, en sí mismo, extremadamente poderoso y eleva casi instantáneamente nuestro nivel calibrado de conciencia por encima de 200. Todos los individuos evolucionados espiritualmente durante el curso de su desarrollo aprenden a ver su propia conciencia personal como la influencia decisiva que determina todo lo que ocurre en su vida.
Los verdaderamente exitosos se identifican con el ABC. Se dan cuenta de que ellos son un canal a través del cual se actúa para crear éxito en el mundo externo.
En la medida en que se identifican con la fuente del éxito y no solo con sus efectos, no sienten ansiedad ante la posibilidad de perderlo. Pueden perder su fortuna o posición y volver a crearla en muy poco tiempo porque todo ello viene de su ABC, de su poder interno. De estas personas solemos decir: "Convierten en oro todo lo que tocan". Pero las personas que contemplan su éxito en función de lo externo siempre se sentirán inseguras, porque piensan que la fuente de su éxito está para "ahí fuera".
El verdadero éxito es una consecuencia automática de alinear tu vida con patrones de energía de alto poder y de seguir ciertos pasos. El verdadero éxito no tiene solo que ver con un trabajo, una empresa o negocio, ni con tener dinero en el banco. Guarda relación con quién eres como persona total, un campo de energía que inspira, eleva y embellece, sin importar lo que estés haciendo. El verdadero éxito surge de estar alineado con la energía de la vida.
Próximamente, iré compartiendo los 10 pasos de éxito, según el Dr. David R. Hawkins.
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