La noche oscura del Alma

Si estás en el camino de la expansión de la consciencia, el camino espiritual,  seguramente ya has oído o leído en algún momento este concepto de la noche oscura del alma, y si no es así aquí te hablaré sobre ella. La noche oscura del alma fácilmente se puede llegar a confundir con una profunda depresión, de hecho la podemos describir como una agónica depresión espiritual. Este estado se caracteriza por una abismal sensación de vacío existencial. A lo largo de la historia, tanto místic@s como sant@s han hablado de ella. Una de ellas fue la Madre Teresa de Calcuta, que la expresaba de esta manera:

 

 "Hay tanta contradicción en mi alma: un profundo anhelo de Dios, tan profundo que hace daño; un sufrimiento continuo, y con ello el sentimiento de no ser querida por Dios, rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo... El cielo no significa nada para mí: ¡me parece un lugar vacío!".

 

Y así lo describió Santa Teresa de Ávila:

 

 "En esa “noche” experimenta un cierto abandono de Dios, siente y sufre su silencio “en lo interior del alma”, como si estuviera en el “purgatorio” (¡!). Tiene una sensación o experiencia de una inmensa soledad porque “criatura de toda la tierra no la hace compañía”, es casi como una muerte del alma. Es la noche que sufre el alma antes de pasar a las Moradas séptimas" (Cf. Moradas, VI, 11, 3-12).

 

Y así lo reflejaba San Juan de la Cruz en su poema:

 

Noche oscura del alma

En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

...  

 

Por lo que he podido testificar de las personas que han tenido o tienen tal experiencia, incluso la mía propia, es que se llega incluso a sentir físicamente este "vacío existencial", que describen como una sensación, a la altura del chakra del corazón, de que les falta "algo", o como si se les hubiera arrancado algo y ahora sienten ese hueco, el espacio vacío que dejado esa pérdida. 

 

Cuando esta noche oscura del alma emerge de manera paralela a algún evento traumático (pérdida de algún familiar, de un empleo, una separación, una quiebra económica, un  accidente o incluso lo que denominamos como una "desgracia")  y sin trabajo o conocimiento espiritual  previo (de esta vida), suele traer consigo el despertar espiritual. Que este estado aparezca es sinónimo de evolución espiritual, que puede ser tanto del trabajo interior hecho en esta vida como resultado de los esfuerzos de una vida pasada. 

 

Esta etapa también suele ser recurrente en la vida del devoto espiritual, aquel ha decidido despertar a la consciencia del Ser y soltar toda identificación con el ego. El trabajo espiritual serio trae fases de observación intensa, de lo que Carl G. Jung denominó como el trabajo de la sombra. Esa sombra de la que somos parte por el mero hecho de estar experimentando una experiencia humana. Son períodos de negatividad intensa, donde la culpa, la vergüenza, la apatía, el sufrimiento, el miedo, el deseo, la ira... se experimentan subjetivamente. La agonía viene no solo por la intensidad de estas experiencias, sino porque el devoto conoce que el desafío es su trascendencia, tal reto se presenta como lejano cuando uno está en los pozos de la desesperación. A esto se le añade el típico error espiritual de estar polarizados. El ingenuo devoto espiritual cree que al estar dedicado al amor y la paz, no puede, ni debe, experimentar tales emociones y cae en el error de la represión o la negación. Lo cual es simplemente posponer el trabajo de la sombra. Algo que muchos hemos vivido hasta que la comprensión de que Dios está en TODO se revela como no amar el sufrimiento, el deseo, la culpa, etc. Es reforzar la dualidad que tanto se busca trascender.

 

Amar lo bello lo hace cualquiera, el verdadero hito está en amar a esa parte de ti que siente miedo, duda, vergüenza, ira, rabia, celos, impaciencia, frustración, deseos, expectativas... y si lo amas en ti lo podrás amar en cualquiera. 

 

 

¿Y tú sientes que estás viviendo o has vívido una noche oscura del alma?

 

 

 

 

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