Están pasando cosas…

Diario de una navegante espiritual. Están pasando cosas…

 

 

 

Sí, como lees, pasan cosas. Cosas para las que no tengo explicación, pero sí un sentimiento.

 

Como te decía en la entrada anterior, ¿perdida y sin rumbo? Tengo una brújula interna que me guía en el camino. Podríamos llamarla, la brújula del corazón. En la que no hay respuestas, sino una profunda certeza de no estar perdida. De ir por el camino correcto. Y en este camino que me lleva mi brújula amorosa están pasando cosas.

 

 

Hace un tiempo que observo que para el personaje todo es “supermono”. Pero “qué mono, por favor”, aparece en la mente una y otra vez mientras va andando por la calle.

 

Y puede ser un señor con un gorro, una señora que va “moderna”, un perro con un collar gracioso, un niño con una camiseta de la patrulla canina… Si lo que veo es un bebé, el discurso de la mente continúa con un “me lo como”. Un obvio rastro kármico de una vida caníbal, pero este no es el tema.

 

 

Así es con todo lo que veo, es como si mi mente buscara algún detalle que justifique el discurso interno de “qué mono, por favor”, voy como muerta de amor con todo. Y no solo es con personas y mascotas, aparece el mismo discurso con cosas “inertes”, el balcón cuidado y lleno de flores, el escaparate que muestra una exposición llamativa a la vez que denota presencia, un coche con una pegatina graciosa, la manera en que te sirven una bandeja en una cafetería…

 

 

Lo curioso de esto es testificar cómo donde pones tu atención, donde pones el foco, se amplifica.

 

 

Si pones tu atención en ver belleza, amor, cuidado, armonía, presencia; hace que cada vez veas más de eso. Y lo mismo sucede, al contrario, si eliges ver suciedad, desorden, fealdad, desatención, un perro molesto, un vecino que es un incordio y todo te molesta.

 

 

Tu atención hará que todo eso se presente ante ti, y sí, verás todo eso. Es real en tu experiencia subjetiva.

 

 

 

El tema aquí es, el poder de la elección; tú puedes vivir como yo, enamorada de todos y todo, una enamorada/o de la vida, o vivir en desorden, desarmonía, con tiranteces; una vida de fricción. Todo cuesta, todo es fuerza y es esfuerzo.

 

 

 

Y claro, cuando vives enamorada de la vida pasan cosas. Cosas bonitas.

 

 

El lado en el que escojo vivir, ese de amor y alegría, crece por momentos, en los que a veces vienen auténticas oleadas de amor, y te sientes embriagada por esa energía. Y puede venir a través de un simple gesto amable que alguien ha tenido contigo, o al ser consciente de la intención. Esta puede ser una intención de gratitud que otra persona puede tener para contigo. Y te advierto, esto te puede pasar.

 

 

Cuando expandes tu nivel de consciencia, cuando te elevas como ese corcho en el mar, y estás eligiendo poner el foco en todo lo bueno. De repente empiezas a descubrir que ves más allá. O, mejor dicho, intuyes. Ya que no ves con los ojos de la cara, ves con los ojos del corazón. Y esos ojos, poderosos, pueden ver intenciones. Estas se vuelven muy evidentes para ti.

 

 

Últimamente, he podido “ver”, como hay personas que sienten verdadera gratitud hacia mi persona, o, hablemos con propiedad, hacia lo que Dios hace a través de mí. Y me manifiestan esa gratitud a través de lo que está a su alcance. Muchas veces testifico que lo hacen a través de “contratar mis servicios” aunque en realidad sé, que no lo necesitan, pero es su manera de expresar ese agradecimiento. Y claro, algo así te lleva a ser “arrastrada” por un Tsunami de amor y gratitud. Esta ola trae una energía tan grande que te ves revolcada por ella por un largo rato, horas o todo un día.

 

 

 

Y con este testimonio del poder de la elección, hoy quiero dejarte a modo de guía y práctica, para tu día a día, para que te ayude a cambiar el foco si así lo eliges; 4 preguntas poderosas.

 

Estas constituyen eso que se denomina El Trabajo, y su autora Byron Katie quien ha podido testificar como miles de personas por todo el mundo han transformado sus vidas, simplemente, cambiando el foco.

 

Este proceso de auto indagación está diseñado para identificar y cuestionar pensamientos que nos causan sufrimiento. Se basa en la idea de que no son los eventos en sí los que nos afectan, sino las creencias que tenemos sobre ellos.

 

Cuando un pensamiento te moleste, hazte estas preguntas:

 

  • ¿Eso es verdad?
  • ¿Puedo saber con absoluta certeza que es verdad?
  • ¿Cómo reaccionas cuándo tienes ese pensamiento? ¿Y cómo te hace sentir?
  • ¿Quién serías sin ese pensamiento?

 

 

Después, se te invita a hacer una “inversión” del pensamiento original, lo que puede revelar nuevas perspectivas más liberadoras.

 

Es un proceso que te ayuda a cambiar el centro de atención y a cultivar paz interna y claridad.

 

 

 

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